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miércoles, 28 de agosto de 2019

¿Existen las generaciones?

Al ser humano le gusta, en general, cuadricular la historia, inventarse fases, generaciones, causas y consecuencias ... Cuando leo, por ejemplo, las causas de la Revolución francesa, encuentro que se daban igual en España, y aquí no se produjo ninguna revolución. Explicar la literatura como una sucesión de generaciones resulta cómodo a los profesores y a los alumnos, que pueden inventarse una ristra de cosas que unen a una generación, y obviar todo aquello por lo que no casa ese concepto. Decir que Unamuno, Baroja, Valle, Machado y Azorin tienen algo en común es un poco absurdo para cualquiera que los haya leído.

Habermas nunca habla elogiosamente de Ortega y Gasset, y en el discurso cuando le dieron el premio príncipe de Asturias lo llamativo es que hable de todo cuando filósofo español recuerda y no nombre a Ortega, el primer filósofo de España y el 5º de Alemania. Habermas incluye a Ortega entre los "mandarines" de la universidad alemana de los años 30, y dice de ellos cosas terribles:"el desprecio de las masas (...) el desteñido sentimiento de estar por encima de todos los partidos, el utillaje conceptual de la cultura de los mandarines, inservible para el análisis sociológico..." El concepto de generación es uno de esos conceptos que, pese a lo que diga Mannheim u Ortega, no aportan nada, ni explican nada. Ortega tiene muchos de esos conceptos inservibles: los lees y piensas: "qué listo, qué original, cuánta razón tiene, qué sugerente", pero luego vas a los datos y no cuadra ni uno, son categorías que no explican los hechos.

¿Por qué cuento todo esto? Porque pese a que la gente prefiera explicar la cultura española como una sucesión de escuelas o generaciones, novecentistas, noventayochistas, el 14, el 27, el 36.... Pues creo que si hablamos de Edad de Plata de repente vemos que todo encaja mucho mejor, que no hay que inventarse listas de características que definan a todos aquellos que pensaron, escribieron, pintaron, enseñaron crearon o investigaron entre las dos repúblicas, porque se trata simplemente de un renacer de la cultura española y que en estos años son comparables en calidad y cantidad con las joyas de nuestro siglo de oro.

domingo, 25 de agosto de 2019

Entre Repúblicas

El primer problema que surge cuando se quiere hablar de la Edad de Plata es el de su duración: cuando empieza, cuando acaba, con qué criterios la delimitamos. Parece que todo el mundo disputa por el inicio y se pone de acuerdo en el final: acaba cuando el franquismo acaba con ella, cuando genera ese erial que fue España en los años de la dictadura.

Me gustaba pensar que la Edad de Plata se genera entre las dos Repúblicas: la 1º República y la libertad que se respira desde el sexenio revolucionario hacen posible el pensamiento y los intelectuales van saliendo de armarios y floreciendo. Surge, también, un pensamiento que es el hilo conductor de todo el progreso y que es el Krausismo.  La Edad de plata le debe mucho al krausismo, porque le debe mucho a la ILE. Así que el comienzo de la Edad de plata creo que hay que situarlo en la 1º República, o en el sexenio revolucionario, porque sin esa primera hornada de genios que despiertan el cacumen hispánico es difícil que se dieran los siguientes. Literariamente la Edad de Plata se inicia con "la fontana de oro" y los primeros libros de Galdós, los de inspiración krausista. Filosóficamente con Salmerón, Pi y Margall, Sanz del Río....

¿Se acaba realmente la Edad de Plata con la entrada de las tropas franquistas?  Franco hizo, desde luego, todo lo posible para que la obra de los españoles progresistas de la Edad de Plata se ignorara absolutamente en suelo hispánico, lo que no significa que esos españoles no dieran lo mejor de sí en otros lares, y que todavía sea nuestra labor traer a España todas las creaciones de esos españoles exiliados. Max Aub se asombra en la gallina ciega de la ignorancia que existe en España acerca de las creaciones de esos españoles: "no tienen ni idea de quienes somos". Carmen Balcells, la excelente editora de Max Aub se esfuerza en ponerle en contacto con estudiantes progresistas, y Aub piensa que le preguntarán por la exposición universal, o por l´espoir, pero no tienen ni idea de nada de eso. Me he enfadado siempre con los profesores de literatura de los institutos porque como a ellos no les enseñaron a Max Aub (por ejemplo) pues ellos tampoco lo enseñan, y así el hueco y la ignorancia que generó el franquismo se sigue perpetuando. Así que no: la Edad de plata no se acaba con el franquismo, y es urgente recuperar para la cultura española toda la obra del exilio.

  LA RESTAURACIÓN   »Los políticos se constituirán en casta, dividiéndose hipócritas en dos bandos igualmente dinásticos e igualmente e...